El edadismo EMERGENTE Y el antiaging no edadista

Saludos Srs. lectores, en este artículo vamos a explorar la cuestión emergente del edadismo, un fenómeno que amenaza a nuestra sociedad emergiendo a partir de tendencias estructurales y en cierta forma también de actividades de partes interesadas en lo que describe el refrán de que “a río revuelto, ganancia de pescadores”.

¿Qué es el edadismo?

El edadismo es un ventajismo y un método de oprimir a las personas en busca de beneficios de muchos tipos basado en lo etario de las personas, desde la edad cronobiológica que tienen a la generación a la que pertenecen (“milenials, ‘boomer’, ‘ochenteros’, ‘zetas’). Es decir, se trata de una actitud negativa hacia una persona o unas personas, e incluso hacia un colectivo, fundándose en los relieves del tiempo, la edad y las generaciones humanas.

A medida que la crisis de los sistemas de pensiones públicos, privados y publiprivados, largamente saqueados en muchas ocasiones, se agudiza, las personas mayores son puestas en la mira de un edadismo estafador que pretende justificar el no hacer honor a sus compromisos tras haber saqueado esos fondos durante décadas, pero también puede ocurrir en otros grupos de edad, como los niños, los jóvenes, generaciones concretas y los estatus prenatales de la población. El edadismo, en cualquiera de sus formas, es una lacra que va camino de afectar seriamente a la igualdad y la libertad de las personas.

Tipos de edadismo

Existen varios tipos de edadismo, que se manifiestan de diferentes formas. Uno de los más comunes es el estereotipo negativo. En el caso de las personas mayores una de las formas que toma es tender a considerarlas apriorísticamente débiles, para debilitarlas, inútiles, para inutilizarlas, o no aptas para realizar ciertas tareas. Se presuponen culpas, responsabilidades y sobrexigencias a determinadas generaciones y estatus etarios, revolviendo a jóvenes contra viejos y adolescentes contra niños, a adultos contra todos y a todos contra los prenatales.

Se diría que desde la fase de la Guerra de géneros, – que ya son reconvertida para desdoblarla en guerras intragéneros a traves de las personas “trans”, que transitan entre roles de género en un nuevo escacismo disolvente de cerebros y mentes -, nos pasan a la fase de las guerras etarias en las que las comunidades intergeneracionales se ven bajo el ataque, consciente o inconsciente, de este sistema cuyas tendencias y estructuras a veces parecen ingobernables por los hombres y mujeres que las crearon.

Edadismo contra los mayores

El edadismo contra los mayores es especialmente peligroso, ya que no solo genera un daño en el ahora sino que, además, generan una culpa que tarde o temprano se volverá en contra de quienes sean manipulados o se dejen manipular por las manipulaciones de las ideologías etarias típicas.

A menudo, se emplea a personas jóvenes contra personas mayores para avanzar en desestabilizaciones puesto que los jóvenes sin los viejos tienen no ya que ampliar el mapa del mundo a partir de una herencia cultural sino empezar de cero como un Sísifo infinito que hubiera perdido la memoria en cada uno de sus esforzados ascensos.

En relación a los mayores, mientras en la sociedad industrial y postindustrial las personas mayores han venido siendo excluidas de gran parte de las relaciones sociales y se les ha llegado a tratar como si fueran invisibles, lo que ha tenido graves consecuencias para su bienestar emocional y físico, todavía no conocemos hasta dónde pueden llegar la descomposición bioética de las relaciones biopolíticas, sus franjas etarias, durante la Robotización, pero ya vemos cómo comienzan a alzarse partes interesadas en ponerlas en contradicción.

EL DEBER DE CUIDAR COMO FUNDAMENTO comunitario CONTRA LAS GUERRAS ETARIAS Y LAS IDEOLOGÍAS EDADISTAS

Para superar el edadismo es importante que fundamentemos un federalismo interetario, y una comunidad intergeneracional basada en la búsqueda compartida de la verdad y la asunción multilateral del deber de cuidar, no únicamente en el seno de la familia sino, más bien, en todo ámbito relacional público y comunitario interetario.

En lo que concierne al edadismo contra las personas mayores y muy mayores, es importante que todos tomemos conciencia de nuestras propias actitudes y prejuicios hacia ellas. Debemos tratar a las personas mayores con respeto y consideración, y reconocer sus contribuciones a la sociedad. También es importante fomentar una mayor participación social y económica de las personas mayores, para que puedan seguir siendo miembros activos y valiosos de las comunidades, el aparato productivo y las redes populares. Siempre sin olvidar que ellos son los que más han cuidado y, por tanto, los que más saben cuidar y enseñar a cuidar.

EL SIGNIFICADO DEL AUMENTO DE LA POBLACIÓN MAYOR EN LA REVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA MUNDIAl

Por otra parte, ante las miradas edadistas, hay que aclarar que el incremento de la población es un hecho positivo, una característica social nueva que hemos de procurar mantener porque es buena, y abre enormes posibilidades de futuro, pero si en este bien mayor ocurre que hay un incremento de la población mayor esto también es positivo, y tiene un significado importante tanto más cuanto el carácter cultural y social de nuestra especie se define precisamente por la cooperación entre las generaciones mediante la transmisión de la experiencia y la acumulación simbólico-cultural entre las generaciones. No únicamente hay ruptura intergeneracional, también y forzosamente hay continuidad intergeneracional.



El ser humano tiende a maximizarse en la naturaleza que es infinita allá donde miramos, la masa de problemas del día, de experiencia, de nuevos conocimientos, lo real, ahora se resuelve en el incremento medio de la longevidad de las gentes en todo el mundo

El ser humano tiende a maximizarse en la naturaleza que es infinita allá donde miramos, la masa de problemas del día, de experiencia, de nuevos conocimientos, lo real, ahora se resuelve en el incremento medio de la longevidad de las gentes en todo el mundo, y esto no es un problema, al contrario, es algo tan positivo como la reducción de la mortalidad infantil. Entramos en una nueva fase de la historia, y la posible mayor duración de la vida humana ya potencialmente inscrita en la naturaleza del Hombre, por mejoras en la dieta, las costumbres, la estabilidad política y los conocimientos superiores, es un efecto y una causa de la maximización humana en la naturaleza.

Hemos de estar pues más allá del edadismo o, mejor dicho, de politiquerias edadistas que pueden ser la tentación oportunista en esta época.

las ideologías incapacitistas a superar

Por supuesto que hace falta ayuda, asistencia, respeto, pero los despliegues incapacitistas pueden no ser tan positivos como muchas personas creen, y hacer olvidar que incluso en la agregación de valor y/o riqueza las personas mayores y la población de alta edad en media en general aporta más de lo que adquiere a pesar de las apariencias.

Los defensores biodemócratas del aumento de la longevidad y de la maximización humana en la naturaleza, comenzando por asumir la revolución demográfica como algo intrínsecamente bueno y positivo, y paso necesario para poder avanzar en los nuevos horizontes que nos esperan, no podemos ser, sin embargo, ingenuos. En las personas mayores también hay desigualdad, inequidad, a veces hirientes. De hecho, nos podemos encontrar con posiciones en algunas ocasiones insostenibles cuando se llega a que personas mayores ingresen más durante décadas, incluso varias veces más, que jóvenes trabajadores esforzados…

Como suele decirse, se hace camino al andar y encontrar los nuevos equilibrios es cosa de todos, con mirada amplia y sin ingenuidades, y, sobre todo, eliminando las varas de medir edadistas junto a los discursos edulcorados, que nos impiden caminar por el camino de la realidad. Ni se es malo ni se es bueno per se por ser y tener una u otra edad.

UN MUNDO EN ECLOSIÓN COGNITIVA, GLOBALIZANDO LA CULTURA Y LA CIVILIZACIÓN

La crisis de las pensiones pasará, la lucha progresista por maximizar lo humano, en su peripecia en el universo, superará esta bajamar actual. Las nuevas formas comunitarias no solo habrán de relacionar hasta cinco, – e incluso algunos creen que seis -, edades humanas coexistiendo, sino también ancianos de añejas tradiciones compartiendo altas sabidurías entre ellos y con los jóvenes, bisoños y nuevos.

En estos esfuerzos, el edadismo que es un problema importante y creciente en nuestra sociedad, que afecta a personas de todas las edades, sin embargo como política anti comunitaria, de desunión y de insolidaridad entre estatus etarios, tiene límites. Es en esos límites, como limes porosas donde el sentido del interes político y el prejuicio personal nos constriñen, dónde este magazine intentará poner un granito de arena para su superación.

Un desenlace de la lucha por la producción en la que pasáramos en las próximas décadas a un cambio en la estructura demográfica con la aparición de una sexta edad de los Grandes Mayores, con masas de personas de 150 años, debería conllevar el surgimiento de un nuevo contrato social en el que las Edades tendrían que estar representadas proporcionalmente en un sistema democrático garantista. La hipótesis es que para que no surgieran edades-oligarcas, o desamparadas como ocurre hoy con las personas prenatales, tendrían que estar representadas por representantes seleccionados por sorteo anual y no por elección. La edad prenatal, los sin voz, tendrían que ser representados a su vez como Edad humana rotatoriamente por alguna de las otras edades de forma anual. Niños, Jóvenes, Adultos Jóvenes, Adultos Mayores, Mayores, Grandes Mayores constituirían este Parlamento de Edades cuya facultad sería organizar la convivencia y organización de la vida social en las edades humanas postneolíticas.

Esta propuesta es nuestro primer granito de arena a la reflexión general en el marco de estos grandes históricos que estamos viviendo.

Antiaging2050.com

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